Poema 365

Avatar de Andrea Valdez

En una noche de rumba,
la bebida de los dioses,
suscitó en mí placeres,
que entumidos en mi tumba,
abandoné en la penumbra.
(Aún no sé bien qué eres)
Nos vimos en un instante,
mi auxilio escuchaste, amante.
Te acercaste, caballero
y hoy puedo decir, te quiero.
Déjame acercarme, distante.
Te dejo acercarte, Dante.


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